Demostración o acto con que se manifiesta la atención, respeto o afecto que tiene alguien a otra persona.
En siglos anteriores se escribían libros enteros sobre los buenos y los malos modales. Sus reglas eran tantas y tan complicadas que la gente se confundía y vivía temerosa de cometer faltas de educación. Hoy todo es mucho más sencillo y se resume en dos palabras: cuidado y cortesía. El cuidado consiste en considerar nuestra dignidad como personas y la dignidad de las demás. Eso significa mantener un excelente aspecto personal, procurar que nuestra ropa esté limpia, que nuestro lenguaje sea correcto y cordial. También consiste en dedicar atención a los aspectos más comunes de conducta en la casa y la escuela: comer con limpieza, esperar nuestro turno en la fila, saludar a maestros y compañeros y mantener nuestras cosas en orden. No se trata de que haga las cosas a fuerzas, sino de que demuestres a los demás que tienes consideración por ellos y que esperas una consideración semejante. Ser amable es tener pequeñas expresiones de amor para que la gente te ame.